La turba contiene
un alto porcentaje de materia orgánica con
bajo grado de descomposición, lo que le transfiere
gran estabilidad y permanencia en el lugar donde se aplique. Las plantas abonadas con turba disfrutan de los
beneficios físicos y químicos durante un período muy prolongado, mayor que otras enmiendas como guanos y
humus.
Se recomienda la turba como enmienda orgánica
en los cultivos de frutales, viñedos, viveros
y cultivos hortícolas en general. |
Es especialmente
útil al momento de
realizar plantaciones nuevas.
Al incorporar turba en el lugar donde se alojarán
las
raíces, se aseguran condiciones óptimas
para su crecimiento y el desarrollo aéreo
de las plantas.
Además, la turba es un material que no fermenta, por lo que no genera altas temperaturas, dañinas para las raíces.
Por ello se recomienda a los agricultores realizar
enmiendas con turba, previo a plantar, de manera
localizada en el hoyo de plantación, en dosis
tan altas como sea posible. Esto le conferirá
a las plantas excelentes propiedades. |